Guía de viaje al Volcán Arenal
A 1,657 metros (5,437 pies), el Volcán Arenal se alza imponente y amenazador sobre las verdes laderas que rodean su base. Aunque actualmente se encuentra en una fase de reposo, el Arenal se mantiene como el volcán más activo del país durante los últimos 43 años.
Su historia comenzó en 1500 con una larga era activa y su forma cónica perfecta está cargada de erupciones -de mayor y menor categoría- que han afectado la región y a las personas que viven ahí.
La aventura y emoción que disfrutarás en el Arenal hoy en día, se formó hace unos 7.000 años a partir de la actividad de su vecino (y ahora extinto) Volcán Chato. El período eruptivo más reciente del Arenal comenzó en 1968 con una explosión que sepultó tres pequeños pueblos y dejó un saldo de 87 personas muertas. Hasta julio del 2010, las erupciones habían sido constantes; habían efusiones de humo y lava casi a diario.
Sin embargo, desde el 2010, la sismicidad, las explosiones y los flujos de lava del volcán han disminuido significativamente. Los científicos nos aseguran que sigue vivo; sólo está durmiendo. En la actualidad, los visitantes no podrán ver la lava fluyendo por sus laderas ni encontrar columnas de ceniza elevándose desde la cima. Aún así, hay mucho que ver y hacer aquí, incluyendo caminatas por la selva tropical, rafting, paseos a caballo y muchas más increíbles actividades por hacer durante su visita al Arenal.
¿Cómo empezar a planear tu visita al Arenal?
¿Cómo funciona el Volcán Arenal?
El Arenal es lo que se conoce como un estratovolcán: un volcán alto y simétrico que está construido sobre capas sucesivas de roca, ceniza y lava. Debido a la convergencia de las placas tectónicas, oceánicas y continentales, el magma (la roca fundida o parcialmente fundida que se forma debajo de la superficie de la Tierra) sube a la cámara volcánica del Arenal y eventualmente puede entrar en erupción desde su punto más alto.
La tectónica de placas es la teoría de que la capa exterior de la Tierra está formada por placas, que han seguido moviéndose a lo largo de la historia de la Tierra. La teoría explica la dinámica de la formación de montañas, terremotos y volcanes. También explica cómo animales similares llegaron a vivir en lo que ahora son continentes ampliamente separados.
Probablemente no reconocerías la Tierra si pudieras verla hace 225 millones de años. En ese momento, todos los continentes principales formaron un supercontinente gigante, llamado Pangea. Hace unos 200 millones de años, Pangea comenzó a agrietarse y dividirse. La acumulación de calor debajo de Pangea puede haber iniciado esta división. Las áreas llenas de océano entre los nuevos subcontinentes y las masas continentales continuaron separándose, sobre placas separadas, hasta que alcanzaron las posiciones que ocupan hoy. De hecho, los continentes todavía están en movimiento.
No se sabe con precisión qué impulsa la tectónica de placas. Una teoría es que la convección dentro del manto de la Tierra empuja las placas de la misma manera que el aire, calentado por nuestro cuerpo, se leva y es desviado por el techo. Otra teoría propone que la gravedad atrae el fondo oceánico más frío y pesado con más fuerza que el fondo marino más nuevo y liviano, lo que permite que las capas superiores se separen.
Independientemente de lo que impulse el movimiento, la actividad tectónica de placas tiene lugar en cuatro tipos de límites: límites divergentes, donde se forma nueva corteza; límites convergentes, donde la corteza se consume; límites de colisión, donde dos masas terrestres chocan; y límites de transformación, donde dos placas se deslizan una contra la otra.
El tamaño de la Tierra no ha cambiado significativamente en los últimos 600 millones de años. De hecho, probablemente no haya cambiado mucho desde su formación hace unos 4.600 millones de años. Como supuso Harry Hess, el tamaño invariable de la Tierra implica que su corteza debe destruirse aproximadamente al mismo ritmo que se crea. A lo largo de los límites convergentes, donde la corteza se destruye (recicla), las placas se mueven una hacia la otra. A veces, una placa se hunde (o se subduce) debajo de la otra. Este hundimiento de la placa ocurre a lo largo de un lugar que se llama zona de subducción.
Si supiéramos sacar un tapón y drenar el océano Pacífico, veríamos un espectáculo asombroso: un fondo oceánico cortado por fosas estrechas y curvas que se extienden miles de kilómetros de largo y de 8 a 10 km de profundidad. Estas fosas son las partes más profundas del océano y se crean por el proceso de subducción.
A una profundidad de entre 190 y 430 millas (300 y 700 km), la roca de una placa que desciende comienza a derretirse. La mayor parte de este fondo marino fundido pasa a formar parte del manto terrestre, quizás para reaparecer en un límite divergente distante. Sin embargo, una parte llega a la superficie de la Tierra y produce volcanes.
El tipo de convergencia que se produce, depende del tipo de litosfera de que se trate. La convergencia puede ocurrir entre una placa oceánica y una placa continental (como en el caso del Volcán Arenal de Costa Rica), o puede ocurrir entre dos placas oceánicas o entre dos placas continentales.
Las placas continentales, que están compuestas de material menos denso, generalmente se superponen a las placas oceánicas. El magna, que se genera a partir de la placa de subducción que se derrite, se eleva y se comprime en las grietas. Finalmente, alcanza la superficie en forma de erupción volcánica.
Aproximadamente el 85% de los estratovolcanes se encuentran alrededor del océano Pacífico, formando el llamado Cinturón de Fuego. Se encuentran en los márgenes convergentes de las placas tectónicas, donde grandes secciones de la corteza terrestre se mueven juntas y donde una placa se subduce.
Magma
El magma es la roca fundida o parcialmente fundida que se forma debajo de la superficie de la Tierra. Es una masa fundida, caliente de silicato, carbonato o sulfuro que contiene volátiles disueltos y cristales suspendidos. Se genera por una fusión parcial de la corteza o el manto de la tierra y forma la materia prima para todos los procesos igneos que alimentan al volcán. Cuando el magma entra en erupción en la superficie, se denomina lava.
El magma asciende desde su región de origen, en el manto o la corteza inferior, y entra en una cámara de magma. Esta parte del “sistema de tuberías” del volcán actúa como un depósito de almacenamiento temporal y suele estar situada debajo de la cima del volcán a profundidades de menos de 5 km. Desde la cámara de magma, este puede suministrar material fresco para las erupciones al ascender por una “chimenea” central, conocida como producto o tubo volcánico.
El magma del Volcán Arenal contiene altos niveles de agua y otros químicos, lo que lo hace altamente explosivo, como el Volcán Stromboli en Italia.